En declaraciones del papa Francisco con un marcado tinte crítico
hacia el poder económico mundial, el pontífice alertó también acerca de los
peligros de “una globalización mal entendida que anula las diferencias”, frente
a una globalización bien entendida que genere riqueza. “Todos unidos, pero cada
cual conservando su particularidad, su riqueza, su identidad, y esto no se da”,
aseguró.
En 1848, el
Manifiesto del Partido Comunista, de Carlos Marx y Federico Engels, advertía:
"Mediante la explotación del mercado mundial,
la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de
todos los países. En lugar del antiguo aislamiento y la autarquía de las
regiones y naciones, se establece un intercambio universal, una
interdependencia universal de las naciones. Y esto se refiere tanto a la
producción material, como a la intelectual. La producción intelectual de una
nación se convierte en patrimonio común de todas… de las numerosas literaturas nacionales y
locales se forma una literatura universal."
En 1867, “El
Capital” de Carl Marx[1] advertía:
“Los dueños del capital estimularán a la clase
trabajadora para que compren más y más bienes de consumo, viviendas y
tecnología, haciéndoles deber cada vez más, hasta que su deuda se vuelva
insoportable. La renuncia al pago de la deuda llevará a los bancos a la
bancarrota, por lo que tendrán que ser nacionalizados y el Estado dirigir la
economía.”
Si el Papa Francisco lo dijo porque
leyó a Marx, lo que es altamente probable, demuestra una humildad intelectual
admirable; si lo dijo porque simplemente lo pensó, entonces su capacidad de comprensión del mundo es también
admirable, comparable a la de Marx
[1] Karl
Marx: filósofo, historiador, sociólogo, economista, escritor y
pensador socialista alemán, fundador del Comunismo