viernes, 6 de abril de 2012

OBSTETRAS ASESINOS: Summum ius, summa injuria

Si hay un profesional que programa la muerte de un ser inocente, absolutamente indefenso, se prepara para ello, lo realiza en la más absoluta impunidad y cobra por ello, estamos frente a un asesino de la peor calaña, porque actúa en forma premeditada y alevosa. Pero, si bien cumple con el tipo penal y sus agravantes, y a pesar de que el asesinato se ha producido en una institución, pública o privada, no hay certificado de ninguna defunción, porque el nasciturus sólo será persona si vive un momento siquiera, separado de su madre, lo que aquí no sucede.

Hay algo que pocos de los que defienden la vida a ultranza, han advertido: que hay ocasiones en las que hay que elegir entre una vida plena, responsable, con afectos y familia y una vida en proyecto, cuyas posibilidades de vivir, a pesar de su absoluta normalidad, son cero, con la tecnología disponible, y es el embarazo tubario.

Ahí están en un serio problema quienes están aplicando aquí sus convicciones religiosas, que intentan infructuosamente explicar con parábolas infantiles la complejidad enorme de la vida, los que insisten en mirarlo todo en blanco y negro, una mirada básica, binaria, esquizofrénica en su incapacidad de distinguir los millones de tonos del gris en los que se expresa la vida, esquizofrénica sobre todo, en su incapacidad de unir a su inteligencia intelectual, su inteligencia emocional

Si no lo están, y es solamente una posición romántica ante la vida - que no es más biología - lo que los motiva, entonces no dudarán un segundo en matar al ser inocente y perfecto, cuyo único pecado es haberse alojado donde no debe, en la trompa de Falopio y no en el útero, porque estarán defendiendo la vida como se debe, pensando, categorizando, eligiendo el mal menor.

Si millones de creyentes asesinos de verdad pueden confesarse y recibir el perdón por sus pecados y los señores curas no están obligados, por el Derecho canónico, a denunciarlos, ¿por qué los creyentes no podrán explicar al ser de inteligencia superior, sus motivaciones y de rogar porque el feto vaya directo al reino de los cielos?

La vida y la muerte tienen existencia propia, y hay que mirarlas, a ambas, con la profunda humildad de nuestra precaria condición humana, y no con la mirada castrense, cuartelaria que, en su último minuto de poder transformó la estolidez en norma jurídica.

jueves, 5 de abril de 2012

LA LEY ANTIDISCRIMINACION DISCRIMINA

Porque para que logre sus efectos, debe discriminar entre los "normales" estadísticos y los "anormales", casuísticos en su diversidad específica e individual, cuando en realidad todos somos anormales casuísticos, porque nadie es igual a otro, ni siquiera los gemelos idénticos. Los que se han detenido a pensar en ésto llegan a la conclusión que todos tenemos alguna discapacidad, sólo que podemos ocultarla, a lo que agrego un convencimiento muy personal: la verdadera discapacidad es la de no aceptarla, la de empecinarse en vivir apretados en la copa del sombrero de Gauss cuando se puede pasear por sus alas, más desocupadas, y ventiladas, alegrándose de la diferencia, que nos hace verdaderamente humanos.

La propia necesidad de forzar a los "normales" a aceptar a los "anormales", con la amenaza de la coerción, del castigo, está dirigida en realidad a los anormales incapaces de aceptar la diferencia, lo que está bien, lo terriblemente mal es que tal parece que son mayoría


Y en discriminar no hay problema, porque la discriminación es un concepto pacífico en el Derecho, en el que siempre "hay que distinguir". Y no solo en el Derecho, también en la ciencia, porque es la base del método cartesiano que nos permite discriminar, en la realidad, lo esencial de lo fenoménico, lo importante de lo banal, lo principal de lo secundario.

Aunque la segunda acepción de la RAE le da una connotación peyorativa, de subvaloración, que debe colegirse del contexto de la frase, su uso en la disciplina jurídica debiera estar sometida al uso que de ella hace la Constitución Política, y una somera revisión de las garantías constitucionales del artículo 19, nos muestra lo siguiente:

Ni ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias arbitrarias, del Nº 2.
Se prohíbe cualquiera discriminación que no se base en la capacidad o idoneidad personal, del Nº 16
La no discriminación arbitraria en el trato que debe dar el Estado y sus organismos en materia económica, del Nº 22.

El acento, entonces, está mal puesto, porque debe estar en la arbitrariedad y no en la discriminación.

El lenguaje jurídico debe caracterizarse por su precisión, por la exquisitez de su acotamiento a la situación, acto o cosa definida, para impedir la utilización de "conceptos jurídicamente indeterminados", como estaría sucediendo en este caso, en el que debe subentenderse lo que dice el legislador, cuando lo que procede es que se entienda directamente y en foma unívoca.

miércoles, 4 de abril de 2012

LAS PALABRAS QUE EMPIEZAN CON ANA

El lenguaje tiene cosas sorprendentes, y si por disección se entiende la separación de los tejidos y órganos de un ser viviente, también define al proceso de conservar un organismo íntegro, después de su muerte.

Estas aparentes ambigüedades del lenguaje parecen no ser tales sino meros reflejos de una realidad que siempre se está moviendo entre el todo y las partes, y es el método cartesiano el que nos ha enseñado a estudiar primero las partes, para luego reconstituir el todo. Este dividir para entender parece ser el punto de partida del llamado pensamiento occidental, porque los orientales piensan diferente, porque entienden sin dividir.

Ambos procesos cartesianos, el análisis que permite aislar las dificultades y la síntesis de los conocimientos obtenidos en ese estudio preliminar, son los polos de una dialéctica que avanza en giros ascendentes y que ha permitido el avance científico formidable de los últimos tiempos. La ciencia médica, que es uno de estos campos, ha necesitado conocer la intimidad orgánica, luego fisiológica, química, bioquímica y finalmente molecular del cuerpo humano, demostrando finalmente, que estamos constituidos por partículas atómicas.


¿Tendrá algo que ver esta constitución atómica con la anatomía del ser humano? El desarrollo del lenguaje, esta expresión sonora del pensamiento, nos dice que sí, que la historia de la anatomía se inicia en el átomo.


La anatomía, como muchas palabras que empiezan con ana, como anamnesis, anafilaxia, análisis y otras, se niega a sí misma dos veces para volver a su origen etimológico, de la misma forma que, en las matemáticas, menos por menos, da más.

Pero vuelve recargada, con connotaciones que antes no tenía:

Si tomos significa dividir;

Y átomo es lo indivisible;

Entonces anatomía es dividir lo aparentemente indivisible.

Así se relacionan los tomos en que se divide una biblioteca, de donde nació el saber que aisló los átomos de la bomba H que, a pesar de su nombre original, eran divisibles.

Así lo demostraron Hiroshima y luego Nagasaky, que sufrieron en carne viva la fisión de los átomos de hidrógeno, acto demencial del caballero de los pollos asados de Kentucky, que permitió equilibrar la inteligencia de los que descubrieron la fisión del átomo con la estupidez y la infrahumanidad de quienes así la utilizaron.


La palabra anatomía, que para un estudiante de medicina, es analítica porque le permite dividir, y que para una modelo es sintética, porque le permite mostrar el conjunto de sus partes, resume en sí misma lo esencial del método científico occidental: dividir para luego comprender el mundo que nos rodea.


Podríamos en consecuencia afirmar que, por lo menos etimológicamente, así como las bombas de Hiroshima y Nagasaky no eran atómicas, sino anatómicas, puesto que se dividieron en sus partículas subatómicas, tampoco la Marylin Monroe era una bomba anatómica, sino una bomba atómica, puesto que nadie la hubiese deseado por presas.


La palabra, ese maravilloso reflejo del intelecto, puede exteriorizar, puede dar luces de la historia del pensamiento humano. Sólo se necesita investigarlas para reconocer las etapas de su desarrollo, de la misma forma que, durante nuestro desarrollo orgánico intra útero, tenemos fugaces branquias de pescado, patas de dinosaurio, cola de mono, apéndice y escápulas de ave, reflejando así en nuestro propio y personal desarrollo, el desarrollo de la especie humana.


Es verdad que algunos tienen la suerte de conservar el cerebro de pollo, porque, no siendo éste un tema intelectual, etimológico ni científico, asegura un futuro político. Por lo menos, nadie, ni siquiera la comunidad científica internacional usando incluso el método de la falsación popperiana, ha logrado demostrar lo contrario.

CRECIMIENTO SIN DESARROLLO

HISTORIA ARQUEOLOGICA DEL MUNDO Y DE UN PAIS QUE SE LLAMO CHILE.

(O las aventuras y desventuras del crecimiento sin desarrollo)

“¡Ay! de estos días terribles, asesinos del mundo “.

Silvio.


Lo que estaba pasando en el mundo ya no tenía nombre, y no porque fuera tan terrible, que sí lo era, sino porque simplemente se habían agotado las palabras normales, los neologismos y las palabras inventadas, muchas de ellas sacadas de un antiguo juego llamado Dilema, que era algo así como lanzar a la “chuña“ las letras para ver si aparecía una combinación nueva.

Sin embargo, llevadas al superhipermegadepuntadipblucomputador, siempre aparecía ya utilizada en forma específica y por lo tanto inutilizable en el nuevo evento o en la nueva forma de transporte, que se habían transformado, de manera natural, en los temas prioritarios de la sociedad. El propio nombre del computador era demostración palpable de la incapacidad de idear algo nuevo y los fabricantes se habían remitido a una sumatoria de nombres previos, solución parcial que en algunos casos se hacía verdaderamente intolerable. No solamente las palabras se hipertrofiaban como tumores malignos, hasta los spots televisivos se repetían dos y tres veces, como los antiguos discos rayados, sin aportar nada novedoso.

Especialmente serio era conseguir un nuevo nombre para los recién nacidos. La enorme cantidad de abuelos, bisabuelos, tátarabuelos, tátaratátarabuelos y tátaratátaratátarabuelos no dejaban nombres disponibles. En este punto es necesario aclarar que no se sabía cómo, pero las personas habían empezado a vivir más tiempo que el habitual. La manipulación ministerial de las tasas de mortalidad infantil y general eran cosa del pasado. El concepto de la esperanza de vida había simplemente desaparecido, porque ya ni siquiera se contaban los años. Y este efecto de longevidad se había alcanzado, no por el desarrollo científico y tecnológico, que eran temas antiguos y ya olvidados, sino por una mutación genética probablemente originada en un bombardeo masivo de micropartículas cósmicas al ingresar inadvertidamente la tierra en un agujero negro, que se acercó peligrosamente y terminó por afectar al globo terráqueo en la forma descrita y que habría terminado, muchos años después, con la sociedad de ese tiempo.

Pero eso era sólo teoría. Había quienes pensaban derechamente que esa sociedad se había ido simplemente a la mierda. En realidad, pocas palabras en esa época lograban tal nivel de consenso como ésta, y de hecho era casi la única que se usaba extensivamente para referirse a los nuevos eventos, a los ¡compre yá ! de la TV y a los nuevos medios de transporte, sin que su polisemia produjera confusión alguna, porque todos eran la misma cosa.

Otros, estudiosos aún del pasado, creían que el desastre era la consecuencia de los Chicago Boys con sus teorías de libremercado, aunque coincidían en que probablemente eran ellos los que habían hecho chicagar a los demás y muchos celebraban este feliz neologismo, de contenido claramente comprensible para todo el mundo.

No pocos pensaban que el Nafta había terminado por incendiar extensas zonas de la tierra. Otros, que un grupo importante de estas comunidades se había ahogado por el desborde de numerosos ríos embancados por el Banco Mundial una vieja institución contemporánea con el Nafta, el Grupo de Río, el Pacto Andino y el Mercosur. De estas dos últimas instituciones no había muchos antecedentes porque se habían convertido en papel mojado, y por lo tanto ilegible, probablemente como consecuencia de este segundo diluvio universal.

Todas estas teorías tenían su fundamento. Algunos de los integrantes de la sociedad actual, llevados por compulsiones de orden casi biológico, habían excavado, podríamos decir con sus propias uñas, lugares del planeta donde emergían aún viejas construcciones de altura, casi todas en el hemisferio Norte. Sin embargo, en el hemisferio Sur llamaba la atención una alta torre cuya antena era lo único que sobresalía, torre que en algún momento de su historia había sido iluminada con luces de colores chillones, (nadie pudo encontrar nunca una explicación racional para esta iluminación, que cambiaba día por día)

La enorme curiosidad generada por esta torre, permitió desenterrar un lugar hiperhabitado, hipercongestionado, hipercontaminado, o sea hechomierda, constatación que daba un fundamento más a la teoría simplista del desastre universal. Todavía persistía la humedad en las casas de un sector llamado Puente Alto, forradas en viejos materiales, uno transparente e impermeable y otro parecido a una malla negra, probablemente para defenderse de la lluvia del invierno el primero y para defenderse del sol del verano el segundo, un confort impensado en esas construcciones que el gobierno tenía el pudor de denominar solucioneshabitacionales, porque para casas, no daban el ancho.

Esta era, en honor a la verdad, la opinión de algunos especialistas. Otros pensaban, con justa razón y basándose en la tremenda humedad encontrada al interior de los departamentos, que éstos revestimientos estaban destinados a impedir la evaporación de la humedad conseguida durante el período invernal, generando así un microclima estable en su interior.

A pesar de estas discrepancias menores, había consenso en que estos materiales y esta tecnología era la hipersupermacrocopevatecnología de aquellos tiempos, y hay que reconocer que no era una teoría aventurada, pero, esas eran las explicaciones a las que los arqueólogos podían llegar mediante sus investigaciones.

Lampa, otro sector poblacional encontrado en la periferia del antiguo Santiago, dio también bastante que pensar. Allí se encontraron casas montadas en pilotes de más de dos metros de altura, a pesar de que el mar estaba a cientos de kilómetros de ese lugar. Y aquí otra incógnita: en todas esas zonas anegadas se encontraron enormes cantidades de arena, como la que se encuentra a las orillas del mar y en el fondo de los ríos. ¿Esa arena había sido llevada por medios artificiales o era simplemente un indicio de esta inundación mundial con aguas servidas? Puesto que a esas alturas no había río que no estuviera contaminado, se establecía un nuevo punto de contacto de dos de las teorías principales, anegarse, pero en mierda.

En Batuco, nuevas y claras demostraciones del crecer sin desarrollo que caracterizó a este período. Las camas de casi todas la casas, en vez de un sólo y buen colchón despiralcontinuautorrespiranteinviernoverano , tenían pilas de cinco o seis colchonetas de espuma, de baja densidad y de una calidad bastante discutible.

Pero al parecer no todo era tan malo. Se encontró en Renca, una zona densamente poblada, una gigantesca productora de ozono, tal vez para tapar el agujero de la estratosfera, pero al parecer la tecnología de ese tiempo no logró hacerlo ascender a esas alturas y terminó dañando los pulmones de los niños del vecindario.

Pero este punto del planeta era sólo una curiosidad. En América del Norte, un enorme trabajo intelectual lograba invertir las teorías del viejo Marx, que habían puesto al mundo patas arriba durante tantos años. La teoría y la práctica se articulaban por fin en forma coherente para sustentar al espontaneísmo como motor del desarrollo social.

Las teorías de un pensador japonés nacionalizado norteamericano, el señor Fukuyama (o Facyumamma en los graffiti) después de un largo período de descalificación, habían resultado finalmente ser verdaderas.

La historia había llegado a su fin, habían desaparecido las viejas ideologías y el mundo había empezado a funcionar como una gran olla de mazamorra puesta al fuego lento, en la que las burbujas creadas en el fondo emergían, lenta y perezosamente hacia la superficie, donde finalmente se desinflaban suavemente o estallaban. Y este símil encontrado por los historiadores se aplicaba muy bien al crecimiento de los conglomerados humanos llamados barrios, países, condominios, poblaciones, volcanes uno y dos, continentes, villasmiseria, solucionesabitacionalesmínimas, ciudades, callampas, regiones, capitales, etc, etc, etc.

Y aquí la investigación se volvía apasionante. Había que buscar una explicación de cómo algunas capitales o simples barrios crecieron tanto que llegaron a incorporar al país en su conjunto, dejándolo así reducido a un territorio pequeño y no pocas veces abandonado. En Europa, por ejemplo, sin ir más lejos en París, su capital Monmartre llegó a tener en la periferia a Francia, relegada a la categoría de barrio de inmigrantes.

Algo parecido sucedió con Escocia, que tuvo como barrio pobre al Reino Unido, e Irlanda del Norte, que tuvo a Londres en calidad de barrio alegre hasta su desaparición final. En estos dos últimos ejemplos es necesario reconocer que el espontaneísmo no fue tanto.

Como de costumbre, los países más alejados de los polos de desarrollo sufrían procesos hiperdinámicos de puro crecimiento en su ambición de parecerse a los grandes y se ibanalchancho, según una expresión corriente en el país de la torre colorinche. Es interesante acotar que en este país se encontró una acepción aún no claramente traducible de Facyumamma, que era algo así como ándatealacresta o ándatealachurch, ésta última bastante peculiar por ser un neologismo espurio, al incorporar el anglicismo church, una expresión reveladora además del grado de agnosticismo que llegó a imperar en la sociedad en ese período lleno de contradicciones en el que los que seguían yendo a la iglesia mandaban a los demás a la church.

Pero esto no es más que una digresión, lo importante es que aquí floreció un país de nombre compuesto, La Dehesa - Huechuraba, que se desarrolló gracias a que, sabiamente, se escondió al principio detrás de los cerros del Norte de la antigua capital, Santiago, reducida luego al cerro Santa Lucía, en tanto Chile terminó ocupando el antiguo barrio de Quinta Normal. De esta forma los dehesahuechurabinos lograron escapar del smog que terminó por degradar al resto de los habitantes del país, que no tuvieron el dinero suficiente para comprar los terrenos de un señor Pérez, dueño también de COPEVA, la empresa de las tecnologías de punta de Puente Alto, es decir un prohombre por vocación y naturaleza, por lo menos en la visión del gobierno de esa época.

En otra partes del mundo este proceso de crecimiento sin desarrollo y de carácter espontáneo produjo cosas peoresmejores. Estas palabras ambiguas eran clara expresión de que la gente no estaba niahí - otra expresión del sur del mundo - con la dialéctica y la oposición de contrarios de las viejas ideologías, ocho y ochenta llegaron a ser la misma cosa. En Bélgica, por ejemplo, había que encontrar una explicación a la existencia de numerosas ciudades, barrios, condominios, etc., nominados Bruselas 1, Bruselas 2, Bruselas 3, etc., así hasta el número 43, y la explicación más razonable fue que el crecimiento acelerado y desproporcionado de Bruselas (como quien dice le pusieron mucho fuego a la olla del centralismo), hizo que la burbuja bruseliana estallara violentamente y dispersara los fragmentos en todo el territorio de Bélgica. Este fenómeno, que debió ser impactante para la población, hizo que ninguna otra ciudad se atreviera a irsealchancho, lo que logró finalmente, y sólo gracias a un desastre de esta magnitud, mantener la estabilidad del país.

Sin embargo, no todo era confusión y libre albedrío de las personas, gobiernos, instituciones y otras formas de organización social. Después de un período difícil, de agudización de estas conductas espontaneístas, que hizo que un hospital infantil del país de la torre colorinche llegase a operar exclusivamente la válvula mitral, porque era la más rentable, abandonando hernias, fimosis y otras patologías menores de la población infantil - todo esto bajo la más estricta legalidad puesto que la autonomía hospitalaria le permitía fijar sus propias políticas -, se produjo un retorno temporal a las raíces, al sentido común, a la solidaridad y a la justicia.

La Corte Suprema de Justicia, apoyada por el Estado democrático, alcanzando por fin su carácter de Superhipernarcostopcorrupciónstopcortesuprema, actualizó antiguos textos como el código de Hammuraby, 2.200 A.C. y logró que los castigos volvieran al antiquísimo concepto de la Ley del Talión, es decir, las condenas llegaron a ser una copia exacta de los crímenes cometidos.

En el inciso referido a las construcciones, el Código había establecido: “Si un constructor hace una casa para un hombre y no realiza bien su trabajo y si esa casa se cae causando la muerte del amo de la casa, el constructor debe ser condenado a muerte. Si causa la muerte del hijo del amo de la casa, se condenará a muerte a un hijo del constructor. Si causa la muerte de un esclavo del amo de la casa, el constructor le dará al propietario un esclavo de igual valor “.

Este logro se alcanzó después de la muerte del Sr. Pérez, acaecida precozmente mientras se mojaba en su yate en Europa, en un acto de suprema solidaridad con los que se mojaban en sus casas de Puente Alto. Sin embargo, la muerte accidental del Sr. Pérez no libró del castigo a sus hijos, puesto que la justicia alcanzada hasta esa fecha había hecho desaparecer el concepto de que la muerte del culpable extingue ipso facto el delito, razón por la cual sus descendientes hasta la cuarta generación estuvieron mojados, resfriados, tuvieron neumonías a repetición y estuvieron cagadosdefrío hasta el fin de sus días, tantos eran los niños afectados por la mala construcción de las casas.

Pero el mundo siguió rodando, desaparecieron los Senadores designados, el sistema binominal, la terrible brecha económica entre ricos y pobres, las pistas verdes, los buses de ejecutivos, el sueldo mínimo, los guardias privados, los celulares de palo, los pavimentos de asfalto, los yuppies, las “ pepas “, los “ burros “, el Serviu, las subastas de enfermos para operar por lotes, la comida chatarra (combos, Kentucky fried chickens, la comida “ china “, las pizzas Hut, etc. ), y se volvió a la vida democrática, a los locos con mayonesa, a las paltas Reina, a las reuniones en familia, a las empanadas, los Barros Luco, las casas impermeables, los caminos con desagüe, el control de las aguas - lluvia y todas esas formas de vida abandonadas durante tanto tiempo.

También la medicina dejó de perderse en la tecnología de punta. Las gripes volvieron a tratarse con agüita de anís en vez de tamiflú, chicha hervida con naranja en vez de congestex, los dolores de oídos con el cucurucho de elmercurio encendido en vez de otalgín y se autorizó el uso medicinal de la marihuana, aplicando la definición amplia de salud de la OMS, que incluye el bienestar mental y social y que nada habla de enfermedades.

Hito importante de este período fue la solución definitiva a la controversia por la píldora del “día después”. Nadie, en el fragor de la disputa, se había dado cuenta de la discriminación sexual que permitía a los hombres comprar el condón “el día antes” del acto sexual, Resuelto el problema, las mujeres pudieron comprar la píldora “del día antes” de la bucachaca (única expresión inteligente y graciosa de los pokemones), con el plus de poder negociar con la pareja el método anticonceptivo a usar, es decir, quien se la tragaba o quien se lo ponía.

Pero eso fue, al decir de los historiadores que cito, un “veranito de San Juan “, de tiempo limitado. A poco andar, las fuerzas reaccionarias habían vuelto todo a su lugar.

Por eso algunos piensan que no fue el hoyo negro el que se acercó a la tierra, sino Dios Padre Todopoderoso que se cansó de esperar y lanzó la tierra al hoyo. El “veranito de San Juan“ lo pilló durmiendo la siesta y le pasó inadvertido. Despertó de mal humor, se le acabó la paciencia y declaró su fracaso. Después de todo, si creó a la especie humana a su imagen y semejanza, algo de humano tenía que tener. Por lo demás, no era necesario ser Dios para darse cuenta que el proyecto era inviable con estos representantes degradados de la raza humana.

Los animales no fueron tocados, eran absolutamente inocentes. Libres de las influencia del hombre lograron finalmente su desarrollo. Los pájaros carpinteros construyen las casas como Dios manda y las arañas han resultado ser estupendas obreras textiles. Es por eso que estos apuntes los escribe un pastor alemán periodista y son dictados por la memoria prodigiosa de los elefantes historiadores y las ratas arqueólogas, mientras se deleitan escuchando a una jilguero que canta “Aída“ en la radio, (los televisores desaparecieron junto con la raza humana). Guau

BASURAS DEL GENOMA HUMANO

BASURAS DEL GENOMA HUMANO

El descubrimiento del genoma humano, como todo gran descubrimiento, ha traído más obscuridades que claridades. Como todo paso importante de la ciencia, ha logrado abrir un enorme cuarto hasta ahora cerrado, pero entramos en él alumbrados con la luz vacilante de una vela. Estamos dentro, pero no sabemos los que oculta la oscuridad que nos rodea.

Si es verdad lo que hasta ahora se sabe, que compartimos el 95% de la carga genética con una lombriz de tierra y que solamente el 1% de esa carga genética hace que seamos seres humanos y no primates, entonces el genoma no es realmente un genoma humano sino el genoma de la vida en toda su increíble complejidad.

Si la abrumadora mayoría de los genes tienen funciones aún desconocidas y si compartimos esa carga genética con el resto de los seres vivos carentes de inteligencia, habla, ideologías, teorías de la existencia y visiones de futuro, entonces quiere decir que los procesos vitales básicos son increíblemente más complejos y variados que los responsables de la capacidad intelectual que nos permite subyugar al resto de los animales del planeta.

Nos dice, al mismo tiempo, que el desarrollo de los seres vivos tiene diacronías y sincronías, que tiene una expresión temporal cuando muestra el desarrollo de cada especie y una expresión instantánea cuando comparamos los distintos grados de desarrollo de las distintas especies.  Investigaciones del desarrollo del comportamiento de los perros domésticos señalan que ellos se encuentran en la misma etapa en la que se encontraba el hombre inmediatamente antes de comenzar a hablar. Es de esperar entonces que, si su evolución no se detiene, en un chispazo del tiempo, vale decir unos cuantos millones de años, también podrán hacerlo, aunque tal vez no podrán entenderse con los humanos que ya deberían estarse comunicando de manera diferente producto de su propia evolución.

Este conocimiento del mapa de la vida hace tambalear, nuevamente, la teoría teológica del cristianismo respecto del origen de la vida. El hombre no parece estar hecho a imagen y semejanza de la divinidad porque es prácticamente idéntico al resto de los animales de la creación y, si el pecado original no fue el carnal, ni fue el orgullo y simplemente fue el albedrío que da el pensar, entonces a cada especie le llegará la hora del castigo, verdadero si la divinidad existe o creado por la propia mente para llenar el vacío de la comprensión de la propia vida, de la cual hasta ese momento no se tenía conciencia.

Pero este genoma humano es un descubrimiento apasionante porque permite echar a volar la imaginación. Si las especies son capaces de traspasar de individuo en individuo, mientras están vivos, estos códigos genéticos que al parecer lo recuerdan todo, entonces la humanidad entera es como una gran trufa, ese hongo subterráneo de kilómetros de extensión encontrado hace algunos años en Francia, que se autoregenera día por día entregando no solamente códigos de estatura, color de pelo y ojos, sonrisa, genes patológicos, predisposición al cáncer, etc. sino también conocimientos, recuerdos, temores, idiomas que debieron alojarse en alguna de esas partículas de información y que reaparecen, una y otra vez, en los individuos de la descendencia.

Un estudioso de la Biblia, Ernesto de la Peña, en su libro "Las controversias de la fe", se refiere a la personalidad contradictoria e inquietante de Tomás, uno de los 12 apóstoles, quien en sus altibajos de devoción y rechazo, exigió sumergir su mano en las heridas de Jesús para creer en su resurrección.

A él se le atribuye el Evangelio según Santo Tomás, texto declarado apócrifo y hereje por la Iglesia y el único que habría recogido directa y textualmente expresiones de Ieoshúa, Jesús, inquietantes y contradictorias con la fe:
Ieoshúa ha dicho:
Pues muchos que son primeros serán los últimos y los últimos primeros. Y se convertirán en una sola unidad.
Bendito sea el león que el humano come y el león se convertirá en humano.
Y maldito el humano a quien el león come y el humano se convertirá en león.
En los días cuando comíais muertos, los transformasteis a la vida.
Quien encuentra la interpretación de estos dichos, no saboreará la muerte.
Los terrores ancestrales a la oscuridad y al fuego, los "déja vu" y los "déja connu"de la psiquiatría clásica, las reencarnaciones en determinadas religiones, las regresiones hipnóticas hacia otras vidas no serían entonces más que el rastro dejado por nuestro itinerario genético, las basuras de información que debieron eliminarse para no entorpecer el desarrollo y la libre expresión propios, pero que allí quedaron, formando parte de nuestra carga genética, disponibles para un nuevo traspaso si el óvulo o el espermio, representando la mitad de la célula madre, logran su preservación en el nuevo ser.

Los chips electrónicos de memoria fabulosa y los procesos transgénicos, que permiten intercambio de información genética entre peces y tomates han llegado a ser pálidos reflejos de una realidad aterradora, desconocida e infinitamente más compleja que guarda, entre otros miles de secretos, el más importante, el de la vida, así sea la vida de una bacteria o la de un premio Nobel de la Ciencia.

Es probable que el empeño de un gnóstico por conocer el origen de la vida y su significado sin recurrir a la fe y solamente gracias a la inteligencia sea un empeño vano, tan confuso e irreal como el dibujo de Escher, de una mano que empuña un lápiz que dibuja a la mano que empuña un lápiz que, a su vez, la dibuja, imagen inquietante como la cinta de Moebius, objeto único sin principio ni fin.

Si es verdad que la vida fue capaz de nacer sin inteligencia previa que la diseñase y que la inteligencia es simplemente un producto de su desarrollo, probablemente el último pero no el más complejo si se atiende a la cantidad de genes responsables de la una y de la otra, entonces la inteligencia habría aparecido en el proceso de desarrollo simplemente con la finalidad de mejorar los procesos de supervivencia.

Suponer que la inteligencia nos permitiría desentrañar el origen de la vida no sería más que una aspiración imposible, la frustración del gnóstico y el castigo a la soberbia del creyente.

La vida sería entonces simplemente eso: la vida, algo que no necesita explicación porque simplemente no la tiene, porque está más allá de la explicación, constructo tan imperfecto de la mente humana como lo es la fe, para tratar de entender lo inentendible.

Conocer el primer eslabón nos podría poner frente a Dios, y sería el triunfo de la fe... o al borde de un inmenso agujero negro... al que deberíamos entrar, alumbrados por la luz vacilante de la ciencia.
Vuelvoalsur, 2007.