sábado, 23 de abril de 2016

Cuentos de la vida real 3

Historias de Hospital 

Esta es la versión  completa  del saludo para los Auxiliares de Servicio, que debería haberse entregado en el Almuerzo de Camaradería organizado por la Dirección y por la Asociación de Funcionarios. (La fecha no tiene importancia) La ausencia de amplificación, el notable cuchareo y la necesidad de gritar para hacerse escuchar, permitió entregar solamente  una parte del mensaje. Aquí va completo, también para los que no pudieron asistir  ese día.

Queridos amigos:

            El conejo blanco de chaleco que lleva a Alicia al País  de las Maravillas va apurado porque está invitado al No-cumpleaños de la reina, que se celebra todos los días del año, menos el día de su cumpleaños.

            Esta aparente locura nos  está diciendo, sin embargo, algo maravilloso:  que deberíamos celebrar y  preocuparnos de las personas  todo el año, y no solamente el  día de su cumpleaños. Así pasaríamos 364 días del año preocupados por los demás y un solo día, el de nuestro cumpleaños, dedicado solamente a nosotros: 
                                
                                 364 días de compañerismo y uno solo de egoísmo.

            Pero no hemos podido encontrar el camino al país de las maravillas  y estamos aquí, celebrando cumpleaños y aniversarios de la manera tradicional. Sería interesante, por ejemplo, que esta colación que ahora compartimos, estuviera disponible todo el año, celebrando el No-Día del Auxiliar de Servicio y  se suspendiera solamente el Día del Auxiliar de Servicio. Esa sería la señal de que estaríamos entrando ¡por fin!  al país de las maravillas.

            De utopías vive el hombre, de  imaginar que viviremos algún día  con todos los problemas resueltos. Pero sabemos que eso es imposible, porque si así fuera, la vida perdería todo su sentido, que nos es otro que el de construir  nuestro propio futuro.

            Y, aunque hay quienes intentan  que este futuro se construya individualmente, que vivamos en burbujas aisladas, (el "self-made-man" el "hombre-que-se-hace-a-sí-mismo" de los norteamericanos) eso no es más que una ilusión destinada al fracaso. Ese futuro debemos construirlo juntos, no hay otra opción. Y si vamos a trabajar juntos, tendremos que aprender a escucharnos, a tolerarnos, a ayudarnos, a criticarnos, a polemizar, a discrepar ¿por qué nó? para encontrar las soluciones.

            Asimismo, tendremos que aprender a no discriminar a las personas, a no descalificarlas, a no encasillarlas, porque tienen, (tenemos), la potencialidad maravillosa de aprender, de crecer, de
reconocer errores y de enmendar rumbos. Pero, ojo, mucho ojo, porque generalmente estas  cualidades las tenemos escondidas y hay que sacarlas afuera y ejercitarlas día a día si no queremos vivir estancados,  presos de nuestros errores y condenados a persistir en el mismo camino, obligados solamente por la rutina o por haber perdido la costumbre de levantar la cabeza y mirar adelante.

            Queridos compañeros de trabajo, reciban, por mi intermedio, el saludo de la Directiva de la Asociación de Funcionarios de este Hospital, en el Día del Auxiliar de Servicio, uno más de los estamentos de la salud, tanto o más importante que cualquier otro, sin los cuales el hospital no podría funcionar.

            Nadie nos tiene que venir a contar  que las condiciones de trabajo en que ustedes se desempeñan son las más difíciles de todo el equipo de salud, porque las conocemos directamente. Sabemos de sus colillas de sueldos, de sus jornadas de trabajo, de sus terceros turnos, de sus horas extraordinarias, de su entorno laboral.

            Esas condiciones de trabajo deben mejorar, y para eso se requiere la participación de todos,  para  fijar  metas, de corto, mediano y largo plazo y, por supuesto,  para  trabajar por alcanzarlas y cumplirlas.

            ¿ Por qué va a ser imposible conseguir la colación diaria ? 

            Tal vez no se logre la gratuidad, pero puede conseguirse el  pago parcial, como en otros hospitales, o un subsidio de alimentación. 

          ¿Por qué no podemos echar a caminar   el proyecto de un local de atención a socios que incluya  ropa escolar, libros escolares, farmacia de muestras médicas, computador  para los socios y tareas escolares por computación para nuestros niños? Eso depende, única y exclusivamente de nosotros, a nadie más podremos culpar si no llega a realizarse.

            Pero tampoco podemos quedarnos con la vista clavada solamente en estos problemas, y en otros más que vivimos al  interior de nuestro hospital. Tenemos que estar atentos  a los cambios de la legislación laboral  que se avecinan, tendremos que participar en las movilizaciones, como siempre lo hemos hecho.

            El fantasma del manejo flexible del recurso humano está presente, y no significa otra cosa que inestabilidad laboral. El Seguro de Cesantía que se discute en la actualidad, si bien es un hecho positivo, puede estar significando un aviso:  el impacto de esa futura inestabilidad laboral  que lleva a la cesantía, debe ser aminorado con ese seguro para impedir  daños mayores a la población trabajadora.


            Pero tendremos también que elegir bien a nuestros directivos en  todos  sus  niveles y  definir  muy  bien, de acuerdo a  la ley y a los intereses de los trabajadores, la relación que estableceremos con los niveles regional y nacional  de estas asociaciones. Porque, ténganlo muy en claro, estas decisiones son de los trabajadores, de los asociados, de la asamblea, de las votaciones, y así está establecido por ley. No son atribuciones nuestras, de los directivos, las de constituir, afiliarnos o desafiliarnos a esos niveles. Solamente podemos ser portavoces de las decisiones de la asamblea.

            Esas son tareas  por realizar. No enfrentarlas significa seguir sintiéndonos ajenos del Regional y de la Confenats,  entregando nuestras cotizaciones sin tener claridad de su destino. Tenemos esos derechos, aprendamos a utilizarlos.

            Les doy una receta: el día que esta directiva, o cualquier otra no sea de su agrado, no haya cumplido sus promesas o no responda a sus intereses, juntan 40 firmas (el 10% de los socios) y se autoconvocan en Asamblea Extraordinaria. En esa misma asamblea, con quórum calificado o mediante votación secreta posterior, nos destituyen y eligen otra directiva: Ese es el poder que ustedes tienen. Los invito a utilizarlo cuando corresponda.

            Bueno, los dejo comer tranquilos, sin estos temas que atragantan un poco. Lo que pasa es que no puedo dejar de pasar la oportunidad de decirle estas cosas a los  que no  pillamos ni  en la asamblea ni en los pasillos.

            Disfruten su día y su tarde libre,
            Muchas gracias.  

            Dr. Hernán Eusebio Lechuga Farías
                                                                      

Cuentos de la vida real 2








HISTORIAS DE HOSPITAL
             P  O  L  I  P  O
                                             Poesía                  Literatura          Política

#1 para  $, para tirar È y no Ê, para vivir y no N

No hubo acuerdo para integrar ambos Boletines, perdió mi moción de que el  Año 1 Número 1 fuera el de Octubre de 1999 y ganó la moción de que  fuera el  de Febrero del 2000. Esa  decisión tiene, como todas las cosas, lados malos y lados buenos:

Malo por la injusticia de no reconocer el papel jugado por esos primeros boletines tanto en la difusión de temas de real importancia  como el estudio contable de  Tesorería, como en la de haber generado, ¡por fin!  la polémica, signo de interés, signo de diversidad y por lo tanto,  signo de vida.

Bueno porque me permite continuar, bajo mi absoluta responsabilidad, en esta tarea de informar, de llamar  a la conversación y de compartir  lo poco que conozco del inmenso mundo de la literatura y de la poesía, un mundo irreal, es cierto, pero que tiene la magia de hacer volar la imaginación y de llevarnos  exactamente hasta  el punto  donde uno quiera llegar.


Cedo entonces el nombre de "El Boletín" a  la Asociación  y me quedo con este otro, este "POLIPO" que hay que leer como Poesía, Literatura y Política  (gremial y de la otra). 

Desde ya hay que aclarar que este pólipo es benigno, porque no quiere hacer daño a nadie. Es más bien la expresión de ese deseo permanente de crecer libremente y de transgredir  las formas habituales, normadas,  de crecimiento y desarrollo.  

Este pólipo, igual que el  pólipo de verdad, quiere crecer y desarrollarse sin tomar en cuenta su carga genética, esa que le está ordenando que se transforme en pelo, en glóbulo rojo, en neurona, en fin, que lo obliga a cumplir ese destino fatal del cual no puede huir. El pólipo huye de esa  horma  y crece libremente. 

No importa que en nada contribuya al resto del organismo (como no sea en la expresión real de ese afán de libertad), no importa  que un día se ponga a  sangrar,  que el cirujano lo corte de raíz y lo mande  a biopsia, que en este caso sería  una autopsia. 

La autopsia confirmará la injusticia cometida, porque demostrará siempre su carácter benigno. 

Puesto que los pensamientos no son visibles al microscopio, no podrá demostrarse  nunca, desgraciadamente, si es verdad lo que digo.

Cuentos de la vida real 1


Carta al padre que me agredió.

            Cuando llegaste con tu hijo que se había caído desde el segundo piso, con seguridad no sabías que era yo el único cirujano infantil disponible en ese momento para el casi medio millón de  niños del área poniente potencialmente necesitados de atención quirúrgica  de urgencia  ni tu niño  uno más, de los más de cien, que atendimos ese día. No sabías que en estos días hemos trabajado desde las 8 de la mañana hasta las 5 del día siguiente, sin descanso, tragando, no almorzando, a las 22 horas, sirviendo nosotros mismos la mesa y lavando los platos porque no hay personal para eso. Ese día no había traumatólogo, pero en tu atropellamiento no leíste el cartel que lo informaba. 

No te importó que yo estuviera atendiendo a un niño, igual que el tuyo, pero que estaba sangrando. No te diste cuenta que yo, viendo a tu niño con los ojos abiertos, llorando y moviéndose normalmente, supe que tenía el máximo de quince puntos de la escala de Glasgow, es decir, que no tenía compromiso cerebral, por lo menos en ese momento. No tenías por qué saberlo, porque no eres médico, y no era el momento ni estabas en disposición de escucharme, pero deberías, por lo menos haber respetado al profesional  que se haría cargo de tu hijo y al niño que  atendía. 

            No me extraña que no supieras nada de nada:  no te he visto ni en el Cabildo ni en el Plebiscito del año pasado, ni en el Cabildo reciente, ni en ninguna de las actividades de apoyo al Hospital, pero no me cabe duda alguna que miras televisión y sabes lo que pasa en este Hospital. El  sábado del Cabildo hacía frío, pero unas 400 personas se levantaron temprano y fueron a enfriarse los pies, preocupadas por tu hijo. Claro que no fueron suficientes porque faltaste tú  y unos cuantos miles que no creen en la solidaridad, hasta que la necesitan, los mismos que cuando obtienen esta solidaridad se sobregiran, porque no han depositado nada en la cuenta. Tú,  a esas horas, seguramente dormías o jugabas con él.  Tu  problema es que  miras desde afuera, de manera egoísta,¡ total !, son otros los que tienen problemas, no tú. Pero ahora, el que está en problemas eres tú. Ahora eres parte de la comunidad.

            Espero que tu niño salga bien de su accidente, porque en eso sí que coincidimos de manera absoluta. Que no haya sido en vano nuestra atención, la radiología, el traslado al Instituto de Neurocirugía, el scanner, su hospitalización y su tratamiento, que, como te habrás dado cuenta, sólo requirió observación y reposo. Pero sí espero que hayas madurado después de todo  esto, que nunca más valores a tu hijo más que al hijo del vecino, que te hayas vuelto un poco más solidario, un poco más preocupado por los demás, porque en el fondo y si lo miras bien, es preocuparte por  ti  y por los tuyos. Si hasta las ballenas se turnan para mantener al ballenato a flote para que pueda respirar ¿ por qué no podemos hacerlo nosotros ?  
     
            Que el dolor de tu hijo, tu prepotencia  inadecuada y mi profundo malestar y por qué no decirlo, mi profundo desaliento, no hayan sido en vano.

Dr. Hernán Eusebio Lechuga Farías.